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sábado, 5 de julio de 2014

LOS DONES DEL TRAUMA SILENCIOSO



Psicológicamente es como con las cicatrices del cuerpo: la piel es más gruesa y resistente allí donde se ha autorreparado a partir de una herida. Y existen heridas tan obvias, tan estruendosas, que no hay como ignorarlas cuando una persona describe su historia. Pero hoy quisiera mencionar otro tipo de herida: el trauma silencioso.

El trauma silencioso es aquél que quizás una persona, en primera instancia, no relataría como algo difícil que le sucedió. No es la muerte de un ser querido, una golpiza que le dieron cuando era niño, un accidente, una instancia de abuso sexual... Es eso que, si lo advirtiera, le sería inmensamente lacerante o enojoso... pero que ha quedado encubierto por la realidad cotidiana: se normalizó. Se volvió parte del escenario de los acontecimientos, más que un acontecimiento en sí.

Esto se conoce como trauma de omisión: se define como aquel tipo de situación repetitiva en la que no hay la comisión de un acto injurioso (es decir, no existe una instancia agresiva que haya sido cometida por nadie). Lo que ha dejado una cicatriz es “la ausencia de”: la ausencia de afecto, de soporte, de apoyo, de abrazo, de caricia, de contención emocional en un momento de miedo, de atención, de acompañamiento en situaciones de logro, de redes de seguridad cuando somos vulnerables...

La imagen es la del niño de cuatro años en cuya casa la regla es que “ya es grande y debe vestirse solo”, de manera que va con cualquier ropa al jardín, con el cabello mal peinado, sin que nadie siquiera lo mire antes de salir. O la imagen es la de la nena de seis que ha hecho un dibujo precioso, con todo tipo de brillos y colores, y al mostrárselo a su padre él repite su actitud de siempre: mientras lee, mira TV o habla con “un grande”, un gesto con la mano que significa, calladamente: “No molestes, estoy muy ocupado”. También la imagen es la de millones de niños que han resultado simplemente invisibles en sus casas, porque había demasiados problemas como para que se les tuviera en cuenta, o porque había una situación de duelo que absorbía toda la energía familiar, o porque, simplemente, para muchos padres ser niño es un error, y por lo tanto, hasta que se vuelvan adultos, lo mejor es que no molesten: que existan como niños de manutención emocional barata, pidiendo poco y recibiendo casi nada...

Estos niños, aunque no se les grite, aunque no se les pegue, aunque no se les ponga en penitencia, sufrirán un dolor difuso, difícil de registrar como tal: el dolor de no existir para aquellos que deberían amarlos. El punto es que... no existir ni siquiera para el maltrato es otro tipo de maltrato que, en vez de dejar la cicatriz del filo de un cuchillo, deja una que se parece más a la del ácido sobre la piel, corrosiva, esparcida y profunda.

 Recuerdo a un chico en especial cuyos padres tenían que viajar a otro país en busca de trabajo. Ese niño, -que ya no era tan pequeño- quedó impactado por ver cómo en casa nos abrazábamos tan a menudo. “Se dan un beso antes de irse a dormir!!”, le dijo a sus padres cuando regresaron, como quien cuenta una exótica rareza. Cuando mi madre le acercaba afecto, él se ponía tieso, mas no huraño, como si dentro suyo se debatiera entre recibir, hambriento, la caricia... o huir ante lo desconocido. Y lo desconocido era eso: el afecto. Muchos niños empiezan a volverse conscientes de sus traumas de omisión cuando visitan otros hogares funcionales y advierten que en esa casa las cosas no funcionan como en la suya.

Con frecuencia los humanos repetimos, y quien ha padecido traumas por omisión necesita reconocerlos para, siendo adulto, poder elegir otro tipo de estilo vincular. Pues ya sabemos que lo que no conocemos de nosotros mismos tendemos a actuarlo en conductas (en este caso eligiendo relaciones que ejerzan esa palabra tan efectiva que culturalmente se ha instalado en nuestro país: el “ninguneo”. En nosotros estará el tomar debida cuenta de esta situación, y hacernos responsables de ella para no permitir, nunca más, ser “nadie” para aquellos a quienes consideramos afectivamente “alguien”. Ponerse a resguardo de cualquier nuevo trauma por omisión.

Y, en cuanto a nuestra historia, es en mi criterio siempre indispensable tener en cuenta que, ya sea por comisión o por omisión, todos tenemos cicatrices. Y que, como decía al principio, nuestra obligación para con nosotros mismos es hacernos cargo de ellas, convirtiéndolas en recursos. Con extremo coraje (porque puede dar mucho miedo), atreverse a mirar dentro para hallar a las situaciones y personas responsables de ellas, y atravesar todo el enojo y el dolor que eso genera, hasta poder cruzar ese umbral. El umbral implica soltar el pasado -que cada vez conlleva menos peso- y volvernos dueños de nuestro presente, constructores de nuestro futuro. Apoderarnos del don que el trauma guarda para nosotros: la fortaleza de espíritu.

Johann W. Goethe lo dijo así (con estas palabras, y un abrazo, me despido):

He llegado a la conclusión aterradora
de que soy el elemento decisivo en mi vida.

Para los otros y para conmigo mismo
yo puedo ser una herramienta de tortura
o un instrumento de inspiración.

Es mi respuesta la que decide
si una crisis escala o no.
Son mis acciones las que deciden
si yo me ennoblezco o me degrado
y si humanizan o deshumanizan a los demás.

Soy el poder de mi vida...


Toda la información es recopilada de internet

domingo, 20 de septiembre de 2009

Meditación Guiada

Recordarás que también hablamos de la meditación guiada.
Este ejercicio es sugerido por una gran variedad de autores con
diferentes nombres:
visualización creativa, imaginación guiada, imaginación creativa,
autosugestión.
Ha sido utilizada para una gran variedad de propósitos que van, desde
aumentar la autoestima, mejorar la salud, trabajar el perdón, hasta ganar
dinero, su efectividad está basada en el funcionamiento de tu mente: Tú
subconsciente no distingue lo real de lo imaginado.
Quizá alguna vez has visto la ilustración del cerebro humano, podrás
notar que está dividido en dos, cada parte tiene el nombre de hemisferios.
Tenemos el izquierdo y derecho. Esta científicamente comprobado que
cada uno trabaja de manera diferente.
El izquierdo es analítico, esto quiere decir que es lógico, racional,
estructurado y coherente, es en esta parte del cerebro donde se
desarrollan las funciones del lenguaje, escritura, lectura, las operaciones
matemáticas y todo lo que necesita ser analizado y tener orden lógico.
El derecho, en cambio controla todo lo emocional y trabaja con
imágenes y sentimientos. Aquí está guardado lo que sentimos en el
primer beso o lo que sentiste en tu primer rompimiento emocional.
Ambos hemisferios trabajan en conjunto para que puedas sobrevivir y
vivir.
Déjame presentarte un ejemplo:
Imagina que estamos cruzando una calle y se pone el semáforo en rojo, tu
hemisferio izquierdo inmediatamente, dice alto, lo relaciona con peligro,
trabaja las opciones y ordena a tus sentidos mirar cuando cambie la luz a
verde. El hemisferios derecho automáticamente relaciona con algún
antecedente pasado, recuerda alguna ocasión anterior en la que casi te
atropella un automóvil.
Ahora bien la meditación guiada profesional requiere de un especialista,
pero no siempre Tú mismo puedes implementar la meditación desde un
punto de vista sencillo y simple… ejemplo

a) Siéntate en un sillón o silla, coloca tus manos sobre tus rodillas,
cierra tus ojos y respira profundo saca el aire lentamente, realiza
esta acción tres veces, una vez que te sientas relajado, lleva tu
mente a un suceso de tu vida en el que te hubieras sentido
orgulloso de ti mismo, en que hayas cumplido tus metas. Date
cuenta como aún sientes lo mismo que en aquel momento.

b) Ahora te pido por favor realices la misma acción, siéntate y coloca
tus manos sobre las rodillas, cierre tus ojos y respira
profundamente tres veces, pero ahora imagina una meta que aun
no logres realizar, visualízala, recorre en tu mente las imágenes
como si lo hubieras logrado, siente y disfruta de los beneficios de
cumplirla.
Te das cuenta el poder de tu mente, la capacidad de recordar todos los
momentos bellos, NO OBSTANTE los seres humanos somos especialistas
en recordar lo malo que nos sucede y los imponderables que podemos
tener.

Conclusión
El ser humano nace programado para triunfar y ser feliz no tiene otra
obligación más, Desde el inicio de nuestra vida, la mente tiene el
propósito de obtener para sí lo que desea.
No obstante es en el transcurso de nuestra vida aprendemos a posponer
nuestras necesidades y limitar nuestras capacidades. Nos llenamos de
creencias falsas que determinan lo que podemos o no hacer, nos
aferramos a ciertas formas de actuar que alguna vez nos sirvieron, pero
que ya no son útiles.


Visión Estratégica/José Ramírez

martes, 10 de marzo de 2009

HIPNOSIS

Luis Gallego y Guillermo Morales, psicólogos especializados en hipnosis y profesores de esta especialidad en la Universidad Complutense, aseguran que la hipnosis es un conjunto de terapias cuya aplicación proporciona beneficios de tipo psicológico o médico a las personas que se someten a ella. Gallego y Morales discrepan de las hipnosis espectáculo practicados en programas de TV, al considerarlos una caricatura "triste y desagradable" de la que se practica mediante técnicas científicas y por personas cualificadas.

¿QUÉ ES LA HIPNOSIS?

Es un procedimiento durante el cual un profesional de la salud o un investigador sugiere a un cliente o paciente cambios en las sensaciones, pensamientos, sentimientos y conducta. La hipnosis, contra lo que mucha gente cree, no es un tipo de terapia, como el psicoanálisis, sino un procedimiento adjunto o conjunto de técnicas que se pueden usar para facilitar la terapia. De hecho, generalmente entrenamos a las personas para que sean ellas mismas las que consigan estos cambios mediante la autohipnosis.

¿QUÉ ES LA HIPNOSIS CLINICA?

Se refiere a una amplia variedad de métodos que pueden servir como catalizadores de diversas psicoterapias. Tal como se practica actualmente, la hipnosis clínica puede ser definida como la suma de la hipnosis a tratamientos aceptados, psicológicos o médicos. Como tal debería ser practicada sólo por profesionales con el entrenamiento y las credenciales adecuadas. Se pueden distinguir dos campos generales de aplicación de la hipnosis y autohipnosis en la psicología: la superación y mejora y la ayuda terapéutica. En el primer caso, mejora el rendimiento de los deportistas, incrementa la autoestima, incorpora mecanismos de autocontrol y superación personal para profesionales con altas exigencias y situaciones de estrés continuadas, ayuda a los estudiantes a centrar la atención, incrementar su motivación y facilitar el aprendizaje y a los artistas les facilita la profundización en sensaciones y percepciones propicias para la creación. Está indicada en temas como la preparación para las intervenciones médicas y sobre todo para el tratamiento del dolor crónico y problemas psicosomáticos. En psicoterapia se aplica como adjunto en tratamientos para la depresión, trastornos por ansiedad (fobias, ataques de pánico, etc.) estrés, conductas obsesivo-compulsivas, insomnio y disfunciones sexuales y en trastornos de la alimentación. Algunos procedimientos de relajación y autocontrol, de gran utilidad y buenos resultados en terapia, de una gran rapidez en su aprendizaje por parte de los pacientes, además de que permiten su aplicación tanto en casos individuales como en grupo. De hecho, nosotros hemos realizado estas técnicas con diversos grupos de personas que van desde estudiantes y personas mayores hasta enfermos psicóticos, aparte del tratamiento de problemas a nivel individual en las áreas antes mencionadas. La asociación que se ha desarrollado entre la hipnosis y el sueño no es muy afortunada. La gente a menudo espera, o teme, encontrarse en un estado inconsciente durante la hipnosis. Sin embargo, no es un fenómeno del sueño. Los individuos no pierden la conciencia y no se duermen cuando están en un trance. Si acaso se mejora la concentración y se focaliza de una manera especial.
Desde que la Psicología Transpersonal hizo su aparición, se han abierto nuevas vías para el estudio de la conciencia, y por lo tanto de las terapias. Entre estas terapias se encuentra la Regresión Hipnótica.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

LA MEDITACION

La meditación es un trabajo intelectual por el que el hombre es capaz de meterse dentro de si mismo y bucear en su intimidad.
El ensimismamiento tiene su cara opuesta en la alteración : vivir traído y llevado y ajetreado por lo que está fuera de uno, pendiente sólo de lo que sucede en el Exterior .
Toda meditación aterriza en el análisis de uno mismo y de la realidad personal.
Esto quiere decir, sobre todo, que a través de ella se efectúan dos operaciones sucesivas:

1) responder a la pregunta ¿quién soy yo?; que remite en último término a las características de la personalidad: rasgos principales, modo de ser, preferencias en el modo de comportarse, así como participación en la misma de esos dos grandes componentes Psicológicos; la inteligencia y la afectividad.

2) la otra tarea se ocupa de indagar ¿qué hago yo en la vida? Su respuesta no es otra que la del proyecto personal; es decir ¿cómo vivo la vida anticipadamente? La vida humana discurre siempre hacia delante, es futuro, programa, ilusiones, que se hacen realidad con el paso de los años y con el esfuerzo que pone cada uno por sacar adelante los propósitos trazados.
En toda meditación hay dos hechos esenciales. Por una parte, una tarea de análisis a la que hemos hecho referencia. Por otra, una labor de síntesis, que resume y concreta el estado en el que uno se encuentra.

Meditación y doctrina ZEN

Le urge al hombre encontrar un camino que le enseñe a liberarse del seductor engaño de confiarse a los sueños, a la ambición, a los estímulos de una publicidad o de una propaganda exteriores grandilocuentes como orientaciones de su actividad. El zen, forma de interpretar la realidad de origen budista, recoge una sencillez de principios de difícil transmisión a través de las palabras, que trata de rescatar al hombre del sufrimiento de la existencia. La doctrina zen remarca con especial interés como fundamentos de su enseñanzas: -La recuperación de la simplicidad y de la sencillez -La posibilidad de hallarlo todo, paradójicamente, al perderlo todo. -Un especial entusiasmo en la riqueza del vacío-La inexistencia de un principio y un fin. Tan sólo existe el vacío. El zen se trata de una reconciliación de la persona con el ser sensible, con el cosmos, gracias a la cual el hombre se centra en la realidad que le envuelve captada ahora en su íntima verdad dando de lado a la engañosa verdad que manejamos en el mundo conceptual y lógico. El pensamiento discursivo-lógico-racional-conceptual es descalificado por la postura zen. La realidad fundamental de uno mismo, en sí cercana y natural se nos resiste, nos cuesta mucho captar por un simple error de perspectiva mental. El zen persigue el derrumbamiento de toda nuestra falsa construcción mental alcanzando así nuestra mismidad. La emancipación de la conciencia, el encuentro con uno mismo integrado completamente en el universo, como mejores líneas de contacto con la realidad.

¿QUÉ ES EL ZEN?
El taoismo chino, modo de liberación primitivo, apadrinó el nacimiento del zen, al unirse al budismo mahayana hindú. La fusión de ambas filosofías dieron nacimiento al "zen". El zen es un método budista para conseguir una comprensión directa de la realidad (de la vida). Fue difundido durante el Siglo VI desde la India a China donde se le consideró como "lo que apunta directamente al corazón del hombre".El zen se basa en una sencillez de principios incomunicables con la palabra, más bien con una simple sonrisa. Es un modo de vida basado en el budismo y en su vía del medio que consiste en evitar los extremos. Los extremos son el abandono a los placeres y el disfruto por un lado, y por el otro la agonía de las mortificaciones y austeridades.
La doctrina zen persigue en síntesis:

1/ Experimentar las realidades cotidianas de forma objetiva, tales como son, y no como nos gustaría que fueran.
2/ La recuperación de la simplicidad y sencillez
3/ Hallarlo todo al perderlo todo. "La posesión crea conmoción provocada por la ansiedad que hace nacer en el hombre." "La frustración de un deseo reprimido crea ansiedad".
4/ Detener el intelecto y la imaginación para poder experimentar las realidades concretas como son realmente.
5/ Liberarse del yugo de los "conceptos". Destruir las rígidas formas del pensamiento con el que intentamos poseer la vida.
6/ Encontrar el entusiasmo en la riqueza del vacío.
7/ Despertar el sentido innato de la existencia.
(Continuara...)