lunes, 22 de diciembre de 2008

El tesoro de los buenos deseos

En estas fiestas de Navidad podemos compartir con todos el tesoro de los buenos deseos. Lo más efectivo para nuestro progreso espiritual es dar buenos deseos y recibir buenos deseos. Dar felicidad y recibir felicidad. No causar pesar y no tomar pesar. No pensar simplemente que no hemos causado pesar a nadie, puesto que incluso si tomamos pesar, perderemos nuestra felicidad.

Si alguien nos da algo negativo, la clave es no aceptar esa negatividad. Lo esencial es no absorber esa negatividad en nuestro interior, en nuestra mente. De lo contrario creará un impacto en el ser. Es como si alguien nos regalara una fruta podrida, ¿la comeríamos? No la aceptaríamos. Lo mismo tenemos que hacer con la negatividad de los demás, sean sus palabras, su actitud, su mirada o sus vibraciones.

Permanecer enfocados en dar buenos deseos y mantener sentimientos puros y benevolentes en nuestro corazón será fácil si el alma sigue tomando amor y fortaleza de la Fuente Suprema de poder espiritual. Así podremos mantener la conciencia más elevada.

Lo que damos es lo que recibimos. Así pues, ¿por qué no dar lo mejor? Compartamos los regalos más valiosos: Amor, tolerancia, amabilidad, sinceridad, amistad...

Con aprecio y los mejores deseos para un año 2009 luminoso y lleno de significado, de descubrimientos y de transformación.



www.aembk.org

domingo, 21 de diciembre de 2008

LA LÓGICA ZEN

El zen quiere tomar al asalto la fortaleza de la insensatez y demostrar que nosotros vivimos psicológica y biológicamente de forma desnaturalizada. El zen apuesta por la negación del raciocinio lógico. Lo que realmente cuenta es la intuición activada en un despertar individual y único de manera espontánea. Se trata de alcanzar la intuición propia a través de la búsqueda del ritmo cósmico dentro del individuo. El zen es una vivencia y no un doctrinarismo por tanto exige una aproximación basada casi exclusivamente en la práctica. Posturas, ritmos del cuerpo y de la mente sirven de ayuda para alcanzar una actitud más integradora con el universo. La búsqueda de la serenidad y el enriquecimiento de la vida espiritual desde la no-intencionalidad (el wu-wei taoísta ) y desde la vida cotidiana es el objetivo que persigue el zen.
El zazen o meditación sentada trata de hacer transcurrir el tiempo de manera que no quede presidido por ninguna intención, ni siquiera la de desembarazarse de la intención. Tratar de alcanzar una toma de contacto entre el yo y el mundo exterior (ruidos, objetos y otras manifestaciones), entre el espíritu y su contenido. La contemplación sentada ayudada por una serie de posturas observadas ("Asanas" son las posturas de meditación observadas por la filosofía zen) persigue la imperturbabilidad de la esencia de la mente, lograr la pureza de la mente. Concentración sin pensamientos (vaciada de toda intención, intentando no pensar en nada).Al contrario que en la meditación "yoga" (dhyana yoga) donde se intenta concentrarse fija e intensamente en un objeto o en algo concreto, el zen trata de expulsar cualquier pensamiento de la mente. El objetivo perseguido es detener los procesos mentales que entretienen al hombre dándole la falsa idea de la realidad. La meditación zen es más bien una desconcentración, una meditación sin objeto ni fin que excluye el proceso discursivo de la razón y la intervención de la imaginación. La meditación zazen se contempla como un recurso de liberación de la mente que trata de evitar la conciencia objetivante que cosifica la realidad.El zazen trata de conseguir el ritmo energético-vibratorio adecuado para alcanzar un profundo recogimiento, con la atención desconectada de toda realidad, sin percibir el transcurso del tiempo ni del dolor.La meditación es una forma de estar en el mundo, no una posición física (postura de Buda). La meditación es un tanteo en la búsqueda del ritmo del cosmos. No se busca nada concreto, ni nada distinto de lo que ya se tiene. Tan sólo se intenta alcanzar una zona de encuentro donde corregir las deformaciones de nuestra visión dualista (bueno-mal, aceptación-culpa-pecado, acertado-equivocado....)El zazen trata de desembarazarse de todo tipo de pensamientos, imágenes y propósitos. Eliminar las distracciones (ruidos, olores, frío, calor etc....), todos los estímulos sensitivos, las preocupaciones, deseos y temores que ascienden del subconsciente con el fin de encontrar el vacío. Desterrar las sensaciones somáticas desagradables, pensamientos encadenados unos con otros que nos embargan confundiéndonos y haciendo nacer el sufrimiento. Todos los pensamientos no son más que un ir y venir vacío, sin sustancia concreta, condenados a desaparecer en cada instante. El zazen intenta cortar las distraciones (el placer, el dolor), tomando serenamente conciencia de ellas y reduciéndolas a sus verdaderas proporciones, considerándolas como tan sólo una pequeña parte de un Todo. La meditación sentada o zazen se basa en la espontaneidad y en la no-intención cuyo fin es conseguir un estado desprovisto de toda intención y alcanzar un vaciamiento absoluto para así conquistar la imperturbabilidad y la pureza de la mente.Este sistema de meditación zen se enfoca como un descanso, muy útil para encontrar el ritmo vital o para recuperarlo. Este ritmo vital hace referencia al ritmo energético o vibratorio adecuado para alcanzar el profundo recogimiento, con la atención desconectada de toda realidad y sin percibir el transcurso del tiempo y del dolor. Corregir en última instancia las deformaciones de nuestra visión dualista de la realidad.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Aviso

Les recuerdo que tienen a su disposición y de forma gratuita el curso Rápido de Relajación, solamente deben enviar la solicitud al correo que aparece en el blog. Y les enviaremos el curso por correo electronico.

sábado, 13 de diciembre de 2008


EL VACÍO

Para el zen vaciarse significa darse cuenta de que realmente no se tiene nada y que nunca se ha tenido nada. Nada que ganar y nada que perder, nada que dar y nada que recibir; ser exactamente así de pobre y sin embargo ser rico en posibilidades inagotables. El vacío zen es un vacío dinámico y vivo, inaprensible y atemporal, cuya verdadera naturaleza permanece desconocida. La esencia de la vida se siente, no se piensa (no se racionaliza o conceptualiza), y cuando se capta se comprende su naturaleza de vacío. Ese estado de "desprendimiento" y "ausencia" de deseos es a la vez espiritual y psicológico. Un poema zen dice así: "El camino perfecto carece de dificultades excepto la de negarse a admitir preferencias, sólo cuando se ha liberado del odio y del amor se revela plenamente y sin disfraces; una diferencia de un décimo de pulgada es lo que separa al cielo de la tierra. Si quieres verlo con tus propios ojos, no debes tener pensamientos fijos, ni a favor ni en contra." "Todo es adecuado y a la vez nada es adecuado"

LOS PROCESOS MENTALES Y SUS FALSAS REPRODUCCIONES

Al vivir en la espontaneidad, en la naturalidad, de nada sirven los dogmas y las teorías. Objetivar, codificar, conceptualizar la realidad es la pretensión obsesiva que persigue el conocimiento convencional del hombre de occidente. Todo lo que se presenta frente a él, ya sea divino o humano ha de ser clasificado y encapsulado dentro de una definición rígida e inamovible. De esta forma nos formamos ideas, creencias, deseos y aversiones todas ellas ficticias, ajenas al mundo verdadero de la realidad presente y siempre cambiante.

NUESTRA PROPIA NATURALEZA (LA INCLINACIÓN NATURAL)Nos pasamos la mayor parte de nuestras vidas respondiendo al mundo tal como creemos que se espera de nosotros, lo cual ha dado lugar a la creencia de que poseemos un conjunto de características que, sumadas, constituyen una "personalidad". Pero la verdadera "persona" está debajo de esa mascara pesada y artificial." El zen trata de alcanzar el perfeccionamiento o la iluminación del ser humano de forma espontánea, instantánea, instintiva y natural. De forma fulminante se conquista la comprensión de la realidad y la armonía o integración del ser en la totalidad integradora del universo. Luego el camino zen, llega incluso a confundirse con la meta. El zen trata de conseguir vivir en la verdadera realidad, y para ello crea a su alrededor un clima o atmósfera para alcanzar la iluminación. Para ello se sirve de tres elementos: La meditación sentada o zazen, las enseñanzas de los maestros o sutras y los koan. El zen persigue la aniquilación del orgullo, la vanidad, la obsesión, la susceptibilidad y la excesiva animosidad. El zen detesta el egoísmo que se manifiesta en efectos calculado (con resultados artificiosos y efectistas) o cualquier otro tipo de auto glorificación.

miércoles, 3 de diciembre de 2008


LA MEDITACION

La meditación es un trabajo intelectual por el que el hombre es capaz de meterse dentro de si mismo y bucear en su intimidad.
El ensimismamiento tiene su cara opuesta en la alteración : vivir traído y llevado y ajetreado por lo que está fuera de uno, pendiente sólo de lo que sucede en el Exterior .
Toda meditación aterriza en el análisis de uno mismo y de la realidad personal.
Esto quiere decir, sobre todo, que a través de ella se efectúan dos operaciones sucesivas:

1) responder a la pregunta ¿quién soy yo?; que remite en último término a las características de la personalidad: rasgos principales, modo de ser, preferencias en el modo de comportarse, así como participación en la misma de esos dos grandes componentes Psicológicos; la inteligencia y la afectividad.

2) la otra tarea se ocupa de indagar ¿qué hago yo en la vida? Su respuesta no es otra que la del proyecto personal; es decir ¿cómo vivo la vida anticipadamente? La vida humana discurre siempre hacia delante, es futuro, programa, ilusiones, que se hacen realidad con el paso de los años y con el esfuerzo que pone cada uno por sacar adelante los propósitos trazados.
En toda meditación hay dos hechos esenciales. Por una parte, una tarea de análisis a la que hemos hecho referencia. Por otra, una labor de síntesis, que resume y concreta el estado en el que uno se encuentra.

Meditación y doctrina ZEN

Le urge al hombre encontrar un camino que le enseñe a liberarse del seductor engaño de confiarse a los sueños, a la ambición, a los estímulos de una publicidad o de una propaganda exteriores grandilocuentes como orientaciones de su actividad. El zen, forma de interpretar la realidad de origen budista, recoge una sencillez de principios de difícil transmisión a través de las palabras, que trata de rescatar al hombre del sufrimiento de la existencia. La doctrina zen remarca con especial interés como fundamentos de su enseñanzas: -La recuperación de la simplicidad y de la sencillez -La posibilidad de hallarlo todo, paradójicamente, al perderlo todo. -Un especial entusiasmo en la riqueza del vacío-La inexistencia de un principio y un fin. Tan sólo existe el vacío. El zen se trata de una reconciliación de la persona con el ser sensible, con el cosmos, gracias a la cual el hombre se centra en la realidad que le envuelve captada ahora en su íntima verdad dando de lado a la engañosa verdad que manejamos en el mundo conceptual y lógico. El pensamiento discursivo-lógico-racional-conceptual es descalificado por la postura zen. La realidad fundamental de uno mismo, en sí cercana y natural se nos resiste, nos cuesta mucho captar por un simple error de perspectiva mental. El zen persigue el derrumbamiento de toda nuestra falsa construcción mental alcanzando así nuestra mismidad. La emancipación de la conciencia, el encuentro con uno mismo integrado completamente en el universo, como mejores líneas de contacto con la realidad.

¿QUÉ ES EL ZEN?
El taoismo chino, modo de liberación primitivo, apadrinó el nacimiento del zen, al unirse al budismo mahayana hindú. La fusión de ambas filosofías dieron nacimiento al "zen". El zen es un método budista para conseguir una comprensión directa de la realidad (de la vida). Fue difundido durante el Siglo VI desde la India a China donde se le consideró como "lo que apunta directamente al corazón del hombre".El zen se basa en una sencillez de principios incomunicables con la palabra, más bien con una simple sonrisa. Es un modo de vida basado en el budismo y en su vía del medio que consiste en evitar los extremos. Los extremos son el abandono a los placeres y el disfruto por un lado, y por el otro la agonía de las mortificaciones y austeridades.
La doctrina zen persigue en síntesis:

1/ Experimentar las realidades cotidianas de forma objetiva, tales como son, y no como nos gustaría que fueran.
2/ La recuperación de la simplicidad y sencillez
3/ Hallarlo todo al perderlo todo. "La posesión crea conmoción provocada por la ansiedad que hace nacer en el hombre." "La frustración de un deseo reprimido crea ansiedad".
4/ Detener el intelecto y la imaginación para poder experimentar las realidades concretas como son realmente.
5/ Liberarse del yugo de los "conceptos". Destruir las rígidas formas del pensamiento con el que intentamos poseer la vida.
6/ Encontrar el entusiasmo en la riqueza del vacío.
7/ Despertar el sentido innato de la existencia.
(Continuara...)